30 de marzo de 2010

Me siento viejo

Me siento viejo, el próximo lunes cumpliré 38 años y me siento muy viejo. Siento el desgaste de mi cuerpo, hay días que el dolor de mis huesos se hace insufrible, hay momentos que me duele hasta el aliento. Siento el deterioro de mi cerebro, son tantos los pensamientos que ha generado durante estos años, son tantos los recuerdos que ha almacenado que ya no puede más. Siento como mi corazón se endurece, como cada día se sensibiliza menos con el mundo, de seguir así pronto dejará de sentir y únicamente servirá para bombear la sangre.

Dicen que la vejez no es producto de los años, que depende de la actitud ante la vida y yo quiero sentirme joven. Quiero que mi cuerpo vuelva a estar vivo, que sea capaz de escalar montañas y atravesar ríos. Quiero abandonar la carga acumulada durante estos años para volver a disfrutar de un cuerpo ligero.

Quiero que mi mente vuelva a ser ágil, que sea capaz de volver a imaginar, que sea capaz de volver a crear. Abandonar los recuerdos y pensamientos acumulados durante estos años para volver a disfrutar de un cerebro activo.

Quiero que mi corazón vuelva a sentir, que sea capaz de volver a sensibilizarse y de volver a amar. Abandonar la indolencia acumulada durante estos años para volver a disfrutar del milagro de la compasión.

Vivir el presente es el remedio a mi vejez, vivir cada momento con total intensidad, cada vez que me culpo de una acción pasada, cada vez que me culpo de una situación futura, mi cuerpo se vuelve más inflexible, mi cerebro más lento, mi corazón más rudo.

Todavía tengo muchas oportunidades que disfrutar, muchas vivencias que vivir, muchas decisiones que tomar, no estoy muerto, sólo en un estado de letargo temporal y sé que pronto voy a despertar. Cuando despierte no voy a permitir perder la oportunidad de expresar lo que siento, no voy a permitir que el miedo paralice mi cuerpo, no voy a dejar de actuar por desidia, simplemente voy a vivir.

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