6 de enero de 2011

Mi mundo

Recuerdo como, cuando era pequeño, todo me parecía enorme. Las calles infinitas. Las montañas se las tragaba el cielo. Me sentía insignificante ante tanta inmensidad. Y me quedaba dormido pensando cómo sería Ahora.

Ahora me quedo quieto y penetro en mi mundo. Un mundo que sin ti no existiría. Te abrazo y siento como entras en mí ser. Un abrazo no se ve y sin embargo te estremece todo el cuerpo. Por eso creo que las cosas que no se ven son las mejores. Son las que tú me das. Los besos dados con el corazón. Esos besos que te penetran como un rayo y los sientes hasta en los huesos. Los abrazos sinceros. Esos abrazos que consiguen que tiemble todo tu cuerpo. Y desaparecen y se funden con tu alma. Por eso una mirada me basta. Una mirada profunda que me susurra al oído una historia de amor que no tiene fin.

Mi mundo es perfecto. Y tú eres lo más importante de él. Sin ti, mi mundo se desvanecería. Se transformaría en un lugar triste. Porque un lugar sin abrazos sinceros. Un lugar sin besos dados con el corazón. No tiene vida. Y un lugar sin vida es triste…